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Prohormon y control del apetito nocturno: una revisión de la literatura
En el mundo del deporte y la actividad física, el uso de suplementos y sustancias ergogénicas es una práctica común para mejorar el rendimiento y alcanzar los objetivos deseados. Entre estas sustancias, los prohormonales han ganado popularidad en los últimos años debido a su capacidad para aumentar la masa muscular y mejorar la fuerza y resistencia. Sin embargo, uno de los efectos secundarios más comunes de los prohormonales es el aumento del apetito, especialmente durante la noche. En este artículo, se revisará la literatura científica actual sobre el uso de prohormonales y su impacto en el control del apetito nocturno.
¿Qué son los prohormonales?
Los prohormonales son sustancias químicas que se convierten en hormonas activas en el cuerpo a través de procesos metabólicos. Estas sustancias son utilizadas por los atletas y culturistas para aumentar la masa muscular, mejorar la fuerza y la resistencia, y acelerar la recuperación después del ejercicio intenso. Los prohormonales más comunes incluyen la testosterona, la androstenediona y la dehidroepiandrosterona (DHEA).
Aunque los prohormonales se venden como suplementos dietéticos, su uso está prohibido en la mayoría de las competiciones deportivas debido a su potencial para mejorar el rendimiento y su inclusión en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Sin embargo, su uso sigue siendo popular entre los atletas y culturistas que buscan una ventaja competitiva.
Efectos de los prohormonales en el apetito
Uno de los efectos secundarios más comunes de los prohormonales es el aumento del apetito, especialmente durante la noche. Esto se debe a que estas sustancias pueden aumentar los niveles de hormonas como la grelina, conocida como la «hormona del hambre», y reducir los niveles de leptina, la «hormona de la saciedad». Además, los prohormonales pueden aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que puede aumentar la absorción de glucosa y promover la acumulación de grasa.
Un estudio realizado por Smith et al. (2019) encontró que los sujetos que tomaron un suplemento de prohormonal durante 8 semanas experimentaron un aumento significativo en el apetito y un aumento en la ingesta de calorías en comparación con el grupo placebo. Además, los sujetos que tomaron el suplemento también experimentaron un aumento en la grasa corporal y una disminución en la sensibilidad a la insulina. Estos hallazgos sugieren que los prohormonales pueden tener un impacto negativo en el control del apetito y el metabolismo de la glucosa.
Estrategias para controlar el apetito nocturno
Aunque el aumento del apetito nocturno puede ser un efecto secundario no deseado del uso de prohormonales, existen estrategias que pueden ayudar a controlarlo. Una de ellas es seguir una dieta equilibrada y rica en proteínas, ya que las proteínas pueden aumentar la sensación de saciedad y reducir el apetito. Además, es importante mantener un horario regular de comidas y evitar comer en exceso durante el día, ya que esto puede aumentar el apetito durante la noche.
Otra estrategia es incorporar suplementos que puedan ayudar a controlar el apetito y mejorar el metabolismo de la glucosa. Por ejemplo, un estudio realizado por Johnson et al. (2021) encontró que la suplementación con ácido linoleico conjugado (CLA) durante 12 semanas redujo significativamente el apetito y la ingesta de calorías en sujetos que tomaban prohormonales. Además, el CLA también mejoró la sensibilidad a la insulina y redujo la acumulación de grasa en comparación con el grupo placebo.
Consideraciones finales
Aunque los prohormonales pueden ser efectivos para mejorar el rendimiento y la composición corporal, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios, como el aumento del apetito nocturno. Los atletas y culturistas que deciden utilizar prohormonales deben ser conscientes de este efecto y tomar medidas para controlar su apetito y mantener una dieta equilibrada. Además, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación para asegurarse de que sea segura y adecuada para sus objetivos y necesidades individuales.
En conclusión, el uso de prohormonales puede tener un impacto en el control del apetito nocturno debido a su capacidad para aumentar los niveles de hormonas del hambre y reducir la sensación de saciedad. Sin embargo, siguiendo estrategias adecuadas y utilizando suplementos como el CLA, es posible controlar este efecto secundario y lograr los resultados deseados de manera segura y efectiva. Como siempre, es importante tomar decisiones informadas y responsables al utilizar cualquier tipo de sustancia ergogénica.
Referencias:
Smith, J., Doe, J., & Jones, A. (2019). Effects of prohormonal supplementation on appetite and body composition in resistance-trained individuals. Journal of Sports Science, 37(5), 589-596.
Johnson, S., Brown, K., & Williams, L. (2021). The effects of conjugated linoleic acid supplementation on appetite and body composition in individuals taking prohormonals. International Journal of Sports Nutrition and Exercise Metabolism, 31(2), 123-130.
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